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Sin Rodeos

SIN RODEOS 2ª época


¿Periodismo?

30.05.2011.- Son las 14 horas del lunes día 30 de mayo de 2011. Acaba de finalizar la primera rueda de Prensa de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a las elecciones primarias del Partido Socialista Obrero Español, transmitida en directo por TVE. La hemos escuchado completa. No hemos oído ni una sola pregunta de los periodistas que haya tenido que ver con las inquietudes que afectan a la sociedad española. ¿Por qué los Medios de Comunicación no envían a sus representantes con un temario preparado que platee a los políticos preguntas con contenidos adecuados a la situación que afecta a los españoles? Por ejemplo: ¿Tiene el PSOE o el PP el propósito de devolver la independencia a la Judicatura? Porque el problema clave de la actual Partidocracia es que sin libertad judicial no hay Estado de Derecho... Nada menos. Y no solo es clave devolver a la Judicatura su independencia para garantizar la separación de poderes, sino que una Justicia lenta es injusticia y que esta situación se produce en todos los tribunales españoles. O sea, que junto a la devolución de la independencia a la Judicatura, hay que dotarla de los medios humanos, económicos y técnicos necesarios para que pueda ejercer la Justicia con razonable rapidez. ¿Por qué los Medios de Comunicación no plantean este asunto?
Reacciones:
Juan Manuel Albendea Pabón, escribe: "Llevas mucha razón en lo que dices en tu "Sin rodeos". Estoy de acuerdo contigo en que una justicia lenta es injusticia.
Ese tema es posible que pueda mejorarse pronto. En este momento, en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, se está tramitando un proyecto
de ley de "agilización procesal".
De ahí pueden venir sensibles mejoras. Más difícil de mejorar es, sin embargo,  el primer punto de tu comentario sobre la independencia judicial".

Juan Salas Rubio, escribe: "Desde que los medios hablan de jueces/magistrados progresistas y/o conservadores con la mayor de las naturalidades, tú me dirás
por qué no se hacen esas pregunta que planteas..."

Carlos Almira Picazo, escribe el siguiente Manifiesto por la Democracia: "El pasado domingo 15 de mayo me manifesté, como mucha gente, movido por un profundo descontento con la actual situación política en España. Creo que muchos de nosotros pedimos algo muy sencillo: un cambio de las reglas del juego. En suma, un régimen democrático para nuestro país.
Para que se pueda hablar formalmente de una democracia pienso que deben cumplirse dos condiciones ineludibles: una, que los gobernantes representen realmente (y respondan ante ellos) a quienes los han votado; y dos, que haya una división real de poderes, en origen. Ninguno de estos dos requisitos se da, hoy por hoy, en España.
Ambos, sin embargo, podrían establecerse fácilmente cambiando la actual Ley Electoral, que hoy está claramente al servicio de los Partidos Políticos y no de los ciudadanos: Podría introducirse, por ejemplo, un sistema de voto no basado en listas (ni cerradas ni abiertas), sino en candidatos únicos; según éste, cada Partido presentaría un único candidato que concurriría en un distrito electoral pequeño (de unas 15.000 o 20.000 personas por ejemplo, según censo), saliendo elegido el que obtuviera mayoría de votos. Estos representarían a sus votantes, y no al Partido ni a la nación, y responderían en primer lugar, ante ellos.
El segundo requisito también es sencillo: los candidatos que resultaran así elegidos formarían una Cámara (poder legislativo); por otra parte, se elegiría al Presidente del Gobierno, en unas elecciones distintas (poder ejecutivo); por último, todas las magistraturas incluidas en el poder judicial serían provistas por estricto concurso-oposición (incluida la institución mixta que es la Fiscalía General del Estado).
Invito a todos los Partidos de izquierda y derecha a estudiar la posibilidad de una reforma democrática, y a incluirla en sus programas, renunciando a su actual posición de privilegio en beneficio de la sociedad civil.
Pronto la Puerta del Sol y las demás plazas en España volverán a estar vacías, por razones obvias. Pero el descontento seguirá vivo en mucha gente, al no haber desaparecido las causas que lo motivaban. Seguirá creciendo y articulándose en foros y redes sociales, en un espacio como internet donde, a diferencia de esos enclaves físicos, el Estado de Partidos es, hoy por hoy, (pese a iniciativas como la Ley Sinde) impotente. Y conforme esa conciencia crezca, cada vez que la crisis nos golpee, aflorará de nuevo a las plazas y a las calles, quizás algún día de un modo menos civilizado y pacífico que ahora.
Estamos a tiempo de cambiar. Transformemos el actual Estado de Partidos en un Sistema Democrático en España,  al servicio de la sociedad civil, por medios legales y pacíficos, en bien de todos".            

Nicolás Salas en DIARIO SIGLO XXI.com

El escritor Nicolás Salas recopila "abusos políticos y públicos" de últimos años, como "Malaya", "Gürtel" o "ERE"


Agencias

Publicado el viernes 27 de mayo de 2011, 11:09 h.
 


 
Cree que "no hay jueces, fiscales y tribunales suficientes para hacer frente a la situación, ni tampoco leyes adecuadas"

SEVILLA, 27 (EUROPA PRESS).- "El escritor y periodista Nicolás Salas reúne en su nueva obra, "Expaña. Libro blanco sobre el Esperpento Español" (Guadalturia Ediciones), una síntesis de la documentación acumulada por el autor en los tres últimos años para reflexionar sobre "los abusos y el estado de degradación política, social y económica en que se encuentra el país por culpa de una parte de la clase política --partidocracia--, la incultura de parte de la sociedad y la irresponsabilidad de aquellos que asumieron la Administración y no respetaron la voluntad del pueblo soberano".

Algunos de los casos en los que indaga son el "Malaya", en Marbella; el "Gürtel", en Madrid y Valencia, o el de los expedientes de regulación de empleo (ERE), en Andalucía.

En una entrevista concedida a Europa Press, Salas, quien firma ejemplares de su novela este viernes en la Feria del Libro, manifiesta que el esperpento en el que vive el país es "mucho mayor que el de finales del siglo XIX, no hay punto de comparación posible", y por ello hace un llamamiento "a la movilización de las clases medias y obreras que están soportando los abusos del zapaterismo, con una gran inmoralidad e infamia al quitar dinero a los parados, jubilados y funcionarios para tirarlo en asunto nimios, como comprar condones con sabores".

En este sentido, cree que "la situación corrupta política y social ha alcanzado límites incalculables y no hay posibilidad de retorno". Además, sentencia, "no hay jueces, fiscales y tribunales suficientes para hacer frente a la situación, ni tampoco leyes adecuadas", por lo que apuesta por "crear un Tribunal de Responsabilidades Políticas que restituya a la sociedad todo lo que le han robado e imponga las penas justas a los criminales".

Y es que, según añade, tanto el Tribunal Constitucional (TC) como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), están "politizados y no hay independencia de la Justicia", al tiempo que advierte de que "en España hay un exceso de legislación, una maraña que bloquea las relaciones administrativas y sociales y favorece la delincuencia".

"UNA REBELIÓN SOCIAL".- Al hilo de ello, argumenta que "sólo una rebelión social podría hacer frente a la situación abusiva que sufre la sociedad española anestesiada", porque, lamenta, "la situación es tan insostenible que provoca que algunas minorías se lancen a la calle, como los funcionarios en Andalucía, algo imprevisible como consecuencia del decretazo del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, para meter enchufados a empleados públicos por la puerta falsa", una "rebelión" de funcionarios, según agrega Salas, "equivalente al Motín del Esquilache".

No obstante, resalta que "el propio socialismo en el último número de su revista de la Fundación Pablo Iglesias alerta de la rebelión estudiantil que se puede producir por el paro obrero que existe", puesto que, apostilla, "en torno al 50 por ciento son jóvenes parados españoles que no encuentran su futuro".

Para el periodista, la situación de "corrupción" se ha generado por "una mala administración de los dineros públicos y un auténtico abuso de poder y la ineptitud de los gobernantes, como los últimos gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, con gente sin preparación y que no obedecen a la opinión de los expertos".

UNAS 600 FICHAS DE MÁS DE 100.000 RECOPILADAS.- El libro refleja parte de "los casos de corrupción más importantes en los últimos tres años" con más de 100.000 fichas, si bien sólo ha utilizado para esta obra unas 600, "por lo que podría escribir una enciclopedia de diez libros", en los que "no sólo incluir la corrupción, sino también los abusos, sobre todo en las autonomías", que Salas califica de "aberrantes, como en el caso de Cataluña con sus embajadas en el exterior".

En cualquier caso, declara a Europa Press que "las autonomías son necesarias para el Estado y su identidad, pero algunas han desnaturalizado y dejado al Estado sin autonomía, como en el caso de Cataluña, que chorrea sangre".

La obra también alarma de "la frivolidad de los gobernantes, de los partidos políticos, de las patronales y sindicatos, así como de la responsabilidad de la gran banca". De manera que, subraya, "los sindicatos han montado una estructura a base del subsidio del Gobierno y cada vez que hay un ERE son los primeros que salen beneficiados, además las patronales se financian con subvenciones de miles de millones".

No en vano, reprocha que "darle dinero a entidades financieras cuyos directivos y ejecutivos se lucran con abusivas contraprestaciones, es una injusticia y una gran inmoralidad", a lo que precisa que, "mientras el Ejecutivo ha dado dinero a cajas de ahorro, como la de Castilla-La Mancha, los directivos se han gastado el dinero en viajes de placer".

Por otra parte, el escritor recrimina que "la juventud hedonista, que es la que más ruido provoca, se moviliza por las botellonas y las Fiestas de Primavera, pero no por causas sociales justas"; y avisa de que "el Islam agresivo y fanático es ya una amenaza social grave para parte de Cataluña y se extiende por otras comunidades".

"VIVIMOS EN UN CAOS".- Para cualquier ciudadano español resulta "imposible poder retener en su memoria, y mucho menos reflexionar, sobre la vorágine de acontecimientos políticos y sociales que acontecen día a día, solapándose los temas polémicos unos a otros, y olvidándose la mayoría de las veces por falta de seguimiento por los medios de comunicación y las mismas autoridades", de modo que "da la impresión de que vivimos en un caos".

Además, "cada vez está más extendida la indefensión social y el descrédito de las clases políticas y sindicales, como acreditan las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y otras entidades", argumenta Nicolás Salas".

Alfonso Pérez Moreno, en ABC de Sevilla, escribe:
Crisis de la participación ciudadana
El ciudadano con el voto no controla todas las cuestiones que afectan a su esfera vital, por lo que necesita un desarrollo de los cauces de la democracia material en los que la participación es esencial
Día 30/05/2011 - 23.36h
"A los diez años de la Constitución y con ocasión del Libro homenaje al maestro Garrido Falla, publiqué el estudio «Crisis de la participación administrativa» (puede verse también en el núm. 119 de la Revista de Administración Pública). El actual fenómeno que conocemos como el «15 M» me está recordando el contenido de dicho trabajo. En aquel momento ya asistíamos a acontecimientos de la vida social que eran síntomas de decaimiento de la corriente que se denominó en los años setenta «euforia de la participación». Cuando lo más importante de la vida política era hacer las leyes, bastaba la democracia formal mediante votaciones periódicas para la suficiencia de la participación ciudadana; pero en el actual desarrollo del Estado Social con la omnipresencia de las Administraciones Públicas, el ciudadano con el voto no controla todas las cuestiones que afectan a su esfera vital, por lo que necesita un desarrollo de los cauces de la democracia material en los que la participación es esencial.
La Constitución de 1978 incorporó la «euforia participativa» viva en la Europa de su tiempo: artículos 9.3 (corresponde a los poderes públicos… «facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social»), 20.3, 23, 27.5 y 7, 48, 51.2, 105, 129.1, 131.2. Pero bien pronto la participación ciudadana directa se presentó en estado carencial, tensa y difícil, lo que me impulsó a analizar las posibilidades de superación llegando a las siguientes conclusiones:
La participación administrativa en la primera década de vigencia de la Constitución española de 1978 ha atravesado por una etapa de desorientación, es decir, de crisis. Todas las complejas causas determinantes de tan súbito decaimiento de la filosofía participativa pueden concentrarse en un núcleo: el exceso de politización de la vida social. Para algunos autores la conquista del poder por ideologías que utilizaron la reivindicación participativa como instrumento ha determinado que se atrofien sus mecanismos. Sin embargo, es indudable la vigencia formal de los mandatos constitucionales y de sus desarrollos legislativos, si bien éstos no hayan alcanzado altas cotas de creatividad y plenitud. Lejos, pues, de una moda o reacción sensiblera como euforia de temporada enarbolada mediante resortes de políticos, la participación social en la gestión administrativa debe considerarse en el plano técnico-jurídico derivado de la condición de normas directamente aplicables que caracteriza a las que la consagran, y con sometimiento al control jurisdiccional.
Lo que la participación administrativa viene, en definitiva, a significar es la primacía de la realidad y efectividad de los derechos fundamentales de la persona sobre el poder administrativo; primacía que es un efecto directo impuesto también por la cláusula de Estado Social y Democrático, y no sólo por las exigencias del Estado de Derecho. Que el Estado sea Social legitima su acción en la vida social, pero no que prescinda de la sociedad para la toma de las decisiones que le afecten. Esto sería antidemocrático. La ley, como esencial instrumento técnico del Estado de Derecho, sigue siendo la medida de la función administrativa determinada por la voluntad popular en los parlamentos. Pero las penetraciones de la Administración pública de un Estado Social determinan una crisis de incomplitud en la ley que se resuelve en un mayor apoderamiento para que la Administración adopte decisiones de amplio efecto comunitario mediante el discernimiento en función de circunstancias coyunturales o cambiantes. De ahí que, sin mengua de la primacía de la ley, y sin que se opere una sustitución en la posición constitucional de la Administración Pública, la propia Norma Suprema establezca también la participación ciudadana en la gestión administrativa como un complemento garantizador, sobre todo en virtud de los derechos fundamentales a participar en los asuntos públicos y a la defensa en todas sus dimensiones (arts. 23 y 24).
Con ello no se pretende llegar a una mutación del «modelo de gestión objetivo-jurídica». Que la Administración sea un instrumento objetivo de acción no viene contradicho porque la Constitución llame también como complemento para la buena administración a la participación ciudadana con un alcance proporcional según fines, medios y efectos.
Para conseguir revitalizar la participación en las justas proporciones en que la Constitución la establece hay que retomar de nuevo, aquí y ahora, el discurso de Bachof y buscar las garantías en un poder judicial independiente con un complemento de técnicas que articulen un fuerte principio inquisitivo. De esta manera quizá pueda devolverse al ciudadano la fe en su compromiso con la vida comunitaria y la esperanza de que de verdad su dignidad personal es un fundamento del orden político y de la paz social.
La evolución reciente está haciendo sonar con estridencia el grito de la sociedad civil que no encuentra cauces de esa participación, que no encuentra fórmulas de realización real y efectiva".







Sin Rodeos 1ª época
Entre 1977-1984 Nicolás Salas publicó en ABC la sección SIN RODEOS en la que comentó la actualidad sociopolítica sevillana, andaluza y nacional. Ahora recupera la sección para sus artículos en Internet. Los artículos publicados durante el citado período de tiempo pueden consultarse en la Biblioteca del autor llamando antes al teléfono 954 16 37 26. La temática disponible es la siguiente: España, Andalucía, Autonomía, Elecciones Generales, Elecciones Municipales, Orden Público, Terrorismo Vasco, Empresa, Agricultura, y Varios. En este espacio podrán consultarse los artículos publicados en internet.
Sevilla, punto y aparte
    Anoche vimos y escuchamos el debate dirigido por el periodista Pepe Fernández en "Sevilla TV" sobre el momento sevillano, donde intervinieron cuatro personas que fueron -y siguen siendo en otras actividades- protagonistas de la transición política: dos ex alcaldes, Luis Uruñuela Fernández y Manuel del Valle Arévalo; un dirigente empresarial, Juan Miguel Salas Tornero, y un político local, provincial, autonómico y nacional, Miguel Sánchez Montes de Oca.
    Previamente, en la primera parte del programa "Hablemos de Sevilla", Pepe Fernández hizo una entrevista al empresario Manuel Domínguez, promotor de un Planetario que supondría la inversión de más de doce mil millones de pesetas en nuestra ciudad, concretamente en la zona del puerto.
    Anotemos primero que el debate incorporado por Pepe Fernández a la nueva televisión local, "Sevilla TV", apuesta empresarial de Miguel Angel de la Cueva Olié,  justifica la existencia de estas llamadas "televisiones de cercanías" puestas al servicio de la sociedad de su entorno, interpretando el verdadero objetivo social de informar y formar la opinión pública doméstica y cubriendo el gran vacío que en este campo tienen las televisiones nacionales e incluso, penosamente, las autonómicas que en teoría nacieron para servir a sus territorios.
    Del debate de anoche podemos extraer los siguientes enunciados, todos expuestos con conocimiento de causa, con madurez y sentido crítico, es decir, con compromiso formal ante los ciudadanos.
    En primer lugar se puso de manifiesto que Sevilla no ha asumido las responsabilidades de capitalidad de Andalucía, nos las ejerce, salvo en sus servidumbres. Y las causas son complejas y tienen sus raíces en la idiosincrasia sevillana, que es incapaz de defender sus derechos históricos. De manera que es cierto que, en pocos años, el rechazo a Sevilla por parte de las provincias "hermanas" ha creado situaciones negativas y, hay que decirlo, por culpa de algunos políticos que han fomentado e incluso provocado ese rechazo indiscriminado a lo sevillano.
    En segundo lugar, a ese efecto negativo se ha unido la paralización del efecto "transición", perdiéndose la ilusión ciudadana, autonómica y democrática de los años 1975-1985, hasta el punto de que puede admitirse que "Sevilla está otra vez parada". Creemos que este efecto pernicioso, esta pérdida de la esperanza, hay que cargarla en la cuenta de la "Partitocracia" que ha secuestrado la soberanía popular.
     Ahora bien, debemos entender una "paralización política" no socioeconómica, pues es evidente que la ciudad, su alfoz y parte de la provincia, están registrando los efectos positivos de la Expo-92, hasta el punto de que se han modificado sustancialmente para mejor los soportes económicos y sociales. Baste recordar la revalorización del sector turismo mediante el parque temático Isla Mágica y el servicio ferroviario de alta velocidad, el Ave.
    Como factor determinante se señaló la falta de empresarios, un asunto recurrente que tiene el riesgo de confundir la cantidad, que es verdad que falta, con la calidad, que también es verdad que existe. Otra cosa es, como muy bien defiende Rafael Alvarez Colunga, presidente de la CEA, que existan, primero, el reconocimiento político y social a la labor del empresariado en favor del desarrollo socioeconómico, y segundo, que existan las condiciones administrativas adecuadas para crear empresas. No se debe enjuiciar al empresariado haciendo abstración de ambas realidades, que son básicas.
    Si admitimos que la ciudad y su entorno generan ahora unas actividades socioculturales y económicas muy superiores a las de hace apenas un cuarto de siglo, debemos buscar en la sociedad las causas de esa "paralización política" actual denunciada por los participantes en el debate de "Sevilla TV", y que nosotros comportimos.      
    Antes apuntamos los efectos negativos de la "Partitocracia". Y ahora añadimos un factor típicamente sevillano y andaluz, reforzado durante el Régimen anterior y no neutralizado durante la Democracia, como es la inhibición de quienes por posición social y económica, por cultura y capacidad de gestión, tienen el deber moral de liderar los movimientos sociales y ciudadanos. La falta de vertebración social, la ineficacia de las clases medias, la inhibición de la burguesía y la nobleza, han dejado a la sociedad huérfana de líderes y a merced de los más osados. Esta es la explicación de la galopante degradación de los servidores públicos. ¿Cómo van a ser los menos aptos los que dirijan la sociedad?
[8 junio 2000]                                                                                                                     Nicolás SALAS


 
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